Liberan a un grupo de narcos de la villa 1-11-14 por un error de la Justicia

Así lo dispuso el Tribunal Oral Federal Nº 3 de la Capital Federal durante el juicio, al considerar insuficiente la investigación que derivó en un allanamiento. En ese operativo, la Policía secuestró una importante cantidad de droga y armamento, y detuvo a dos ciudadanos peruanos y un paraguayo, pertenecientes a la peligrosa banda de“Marcos”

El 11 de septiembre de 2009, el juez federal Sergio Torres ordenó una serie de allanamientos en la villa 1–11–14, del barrio porteño del Bajo Flores.

El operativo estuvo a cargo de policías de Drogas Peligrosas de la Federal, quienes lograron incautar en dos viviendas 37 kilos de marihuana, algo más de dos kilos de cocaína y cientos de municiones de FAL y otros calibres . Por el hallazgo, dos ciudadanos peruanos y un paraguayo quedaron detenidos, sospechados de ser parte del engranaje de la banda que lidera el narco peruano Marco Antonio Estrada Gonzales, alias “Marcos”.

Los acusados fueron a juicio el 31 de julio pasado bajo los cargos de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización en forma organizada”. Sin embargo, todos fueron liberados 11 días después, según trascendió ayer. Sucede que el tribunal de juicio consideró que el juez Torres había cometido un error al no motivar con suficientes fundamentos las órdenes de allanamiento que habían provocado las detenciones. La decisión la tomó el Tribunal Oral Federal Nº3 en la causa en la que estaban siendo juzgados David Ricardo Aranda Valiente; Ronald Orlando Hinojosa Canares; y Alex Javier Jara Caldas.

Los jueces Miguel Pons y Guillermo Gordo coincidieron en que “los policías que concurrieron al debate manifestaron que no habían llevado ninguna investigación con relación al pasillo en el cual estaban ubicadas las viviendas que fueron registradas”. Un tercer miembro, no obstante, votó en disidencia. Se trata de Gerardo Larrambebere, quien opinó que al momento de firmar las órdenes, Torres ya había hecho toda la investigación que estaba a su alcance .

“Al ordenar la diligencia (el juez) se dejó llevar por las desnudas conclusiones de otros sin contar con elementos objetivos idóneos que fundasen una mínima sospecha razonable”, agregan pons y Gordo, y ordenaron la nulidad de los allanamientos y, como resultado de eso, de todas las pruebas y todas las acusaciones, aún habiendo sido convalidados por la Sala II de la Cámara Federal al confirmar los procesamientos de los tres imputados.

Fuentes judiciales advirtieron que la nulidad decretada por el TOF3 deja un antecedente que podría ser utilizado en otros juicios que aún están pendientes de realización por los mismos hechos, entre ellos el que debe afrontar el líder narco Estrada González, su mujer y otra gran cantidad de personas.