El sacerdote coreano de Flores que se reencontró con el Papa en su tierra

Lee Moon, obispo coreano pero emigrado a Argentina hace 38 años, dijo que la visita de Francisco “ayudará cuanto menos a mantener el número de católicos”.

Ante la vistita del Papa a Corea del Sur, Lee Moon, en febrero pasado Francisco lo convirtió en obispo (auxiliar de la diócesis de San Martín), se alegró por su mensaje.

“La verdad es que fue una sensación rara, en el sentido de algo no común, pero muy lindo que jamás imaginé: ver a quien fue el obispo de mi zona original, el barrio de Flores, al amigo del pago, llegar a mi tierra natal”, dijo a Clarín.

“Francisco está siempre trabajando en favor de la paz y de la reconciliación, como se está viendo con sus esfuerzos en Medio Oriente. Y la reconciliación es una tarea pendiente entre los coreanos que en algún momento se tiene que dar”, aseguró.