Elecciones generales vs. El final de la política

Tras las elecciones primarias de agosto, en las que el oficialismo nacional liderado por Cristina Fernandez de Kirchner obtuvo una amplia victoria por sobre los candidatos de la oposición, parece haber llegado, al menos en forma de sensacion, para los medios y el electorado, el final del proceso eleccionario 2011.

Contra esta realidad, en la que la suerte pareciera estar echada, se enfrenta el hecho de que los ciudadanos, si bien ya votamos, no elegimos nada aun. Eso recién sucederá el 23 de octubre, dia en que elegiremos presidente, diputados y senadores nacionales, y gobernador de la provincia de Buenos Aires.

En este marco, el tablero de la opsición brega por reacomodarse, en algunos casos con candidatos o partidos cuyo destino es el retiro, y en otros, con el trabajo de dirigentes que buscan ofrecer, o aproximar, lo que sus votantes pidieron en el cuarto oscuro, con el corte de boletas.

La oposición propone, al unísono,  la Boleta Unica, con lo que busca principalmente dos cosas: minimizar el riesgo de fraude o “picardias” como el robo de boleta y facilitar al electorado la posibilidad de construir un voto mejor elaborado, que no necesariamente responda a mecanismos de “arrastre” de las candidaturas.

Para eso, los mejores posicionados, fuera del oficialismo, hacen sus movimientos.

Francisco de Narvaez, principal opositor de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, quien además obtuvo X puntos mas que su candidato a presidente Ricardo Alfonsin, mantiene conversaciones fluidas, y se sacó para la prensa las fotos que demuestran el acercamiento, con el candidato predidencial del peronismo disidente Alberto Rodriguez Saa.

Hermes Binner, también candidato a presidente, apuesta al equilibrio que implica parecerse lo necesario y diferenciarse lo suficiente del kirchnerismo.

Tanto Binner como El Alberto apuestan a superar a Duhalde y Alfonsin en los próximos comicios.

Mientras tanto, los matutinos restan prioridad a las campañas politicas y destinan cada vez mas espacio a temas sociales y escandalos de corrupcion, como los casos Candela y Schocklender.

Por su parte el kirchnerismo, amparado en los votos, defiende como nunca su “modelo”, aunque este sea el del clientelismo, como denuncia Binner, o el modelo de eludir licitaciones, entregando fondos publicos para obras a ONGs (como la fundación Madres de Plaza de Mayo) para que luego estas contraten, en forma directa y con la complicidad de funcionarios,  a empresas privadas (como Meldorek), cuyos responsables se ubican, escandalosamente, en ambos lados del mostrador y viajan en aviones privados y ferraris.

¿Será este el país que viene, el del final de la política? ¿O las elecciones del 23 de octubre siguen siendo una oportunidad para confirmar lo que va bien y cambiar lo que marcha mal?

(*) Escribe Juan Pablo Presti