“Las rejas son el mal menor”

Ante la falta de seguridad, el cerco es el mal menor. Todos sabemos del vandalismo, la delincuencia y del miedo de los vecinos a transitar por nuestra Plaza.

Escribe el Dr. Guillermo Peña

Este tema forma parte de un proyecto integrador en el que estamos trabajando hace dos años que tiene que ver con el Embellecimiento del Centro Comercial de  Avda. Rivadavia y su casco histórico – (veredas – 100% más de iluminación – cambio del mobiliario urbano – puesta en valor de los pasajes Hugo del Carril , La Porteña – y  los pasajes de la Basílica –

Todo esto es un proyecto que tiene que ver con el intento de recuperar nuestro centro comercial a cielo abierto que ha sido un orgullo de los florenses. Estamos hablando de un centro comercial que después de Santa Fe competía con Av. Cabildo. El tema del cerco perimetral está ligado absolutamente a un tema de seguridad, estamos en una de las comunas más inseguras, a una cuadras tenemos la villa 1 11 14, y el corazón de nuestra comuna -la plaza- no es ajeno hay mucho vandalismo y delincuencia, y el problema de la inseguridad no termina,  se empeora día a día.

Los resortes para mejorar esto no pasa por el gobierno de la ciudad y menos por la comuna , nosotros apuntamos a que una mayor iluminación, una puesta en valor, que la plaza este protegida con el cerco, que tenga guardianes durante el día y permanezca cerrada a la noche, va a permitir,  que pueda ser disfrutada por los vecinos.

Este tema lo fuimos estudiando hace  unos años, nos costó tomar una decisión que podría en  general ser polémica, pero luego de varios sondeos con vecinos, de encuestas, de tener la opinión de las mayorías de las ONG del barrio se juntaron más de 6000 firmas y estamos convencidos que hoy es lo que tenemos que hacer, tenemos la responsabilidad de escuchar a la mayoría y actuar en consecuencia.

Uno de los primeros consultados fue el padre a cargo de la Basílica de Flores, que me dijo que en un primer momento estaba en desacuerdo, pero hoy frente a la inseguridad cambió su opinión, lo considera el mal menor, y nosotros compartimos este criterio. Sería fantástico que no fuera necesario, pero la inseguridad que vivimos es alarmante y a este flagelo no se le da respuesta.

Protejamos un espacio público donde los chicos, los abuelos, la familia en definitiva pueda concurrir sin miedo y a un lugar agradable, donde haya un guardián que además de cuidarla este el servicio de cualquier necesidad del vecino.

Tengamos en cuenta que toda su historia y la identidad del barrio están identificadas en esta plaza, no miramos  para otro lado,  nos hacemos cargo, convencidos de que es la decisión correcta.