“Soy muy aburrida, no me gusta filmarme”

Ayelén Paleo habla sin tapujos de su intimidad y se defiende de los que la atacan

“Hasta que la risa no se pare” es el espectáculo que en el teatro La Campana protagoniza la infartante Ayelén Paleo junto a Jacobo Winograd y la Tota Santillán en Mar del Plata durante las noches. Pero durante el día, la bailarina de tango muestra sus curvas en las playas y provoca más de un infarto, mientras realiza las fotos para Semanario.

-¿Seguís peleada con Valeria de Genaro que te atacó por el lado de si sos o no limpia? ¿Sentís que como no pueden atacarte por lo artístico porque bailás bien, agarran para ese lado?

-Obvio, yo ya me olvidé, al principio exploté, pero atacan por ese lado porque es horrible que a una mujer le digan sucia. Ella se agarró de algo que dijeron en la tele pero no puede ser, en la tele dicen cualquier cosa de cualquiera.

Desafiante, pese a que no la llamaron para estar este año en el bailando, declara que volvería a hacerlo pese a haberse enfrentado con Barbieri y hasta con Santiago Bal en el jurado. “Yo la pasé bárbaro pese a los enfrentamientos. Sabía que si estaba Carmen o invitaban a Santiago era para que pasara algo, pero la pasé muy bien y no tengo dramas de vivir cosas similares de nuevo”, admite Ayelén.

-¿Sentís que todo lo que se dijo de vos y Santiago te sirvió de algo en tu carrera?

-Aportó a hacerme más conocida. La mayoría de las cosas que se dijeron fueron mentira, pero supe capitalizarlo y obviamente muchas me envidian por el progreso que hice en un año. Igual de una año a esta parte el publico cambió su mirada. Antes me miraban raro, y ahora se ponen a mi favor.

-O sea que Carmen creó una imagen fea de vos, y pudiste revertirlo…

-Tal cual. Había una imagen de mi que después, cuando la gente me conoció, supo que no es verdad. Por eso pude remontarlo.

(…)

Desconfiada de las amistades en el ambiente (“te das vuelta y te clavan un puñal”, dice), Paleo sigue con su academia de tango en Flores, prepara un proyecto para Miami en homenaje a Olmedo, piensa en su novio (Federico, 29 años, metalurgico) y jura que jamás se filmó teniendo sexo.

“Apareció uno una vez pero se comprobó que no era yo, era muy evidente que no era, además soy muy aburrida, no me gusta filmarme. Por ahí tengo otros morbos y no ese, pero bueno, quizás en algún momento pruebo a ver que se siente filmarse y después verse”, finaliza guiñando un ojo mientras se pierde en el agua al tiempo que ensaya un topless.