Un Verano más fresco

Ya estamos en pleno verano y
el calor es uno de los temas
centrales. Todos hablan de la alta
temperatura que se espera para
hoy, de la que hubo ayer y de la
más alta aún que vendrá mañana.
Pero la temperatura real se ve opacada
por la implacable sensación
térmica, que sirve para que podamos
sufrir un poco más con ese
calor que no es, pero que parece,
y nos da un argumento más para
que nos quejemos con justa causa
del difícil verano de Buenos
Aires, que se hace mas difícil aún
si la casa en la que vivimos no está
preparada para estos calores
porque sabemos entonces que al
agobio del día lo seguirá una noche
sofocante de colchón pegajoso
y sueño entrecortado.
Muchos pensarán que esto se resuelve
comprando un aire acondicionado,
pero ese es un error
que puede costar caro. Caro literalmente,
porque se debe considerar
el costo del equipo (que es
bastante alto, cualquiera sea el sistema);
su instalación y algo que no
se tiene muy en cuenta pero que
resulta lo más importante de todo:
el consumo. Este es un factor
principal ya que el costo de la
energía se duplicó desde el año
Un Verano más fresco
pasado y va en vías de aumentar
todavía más, a lo que debemos
agregar la evidente limitación de
nuestro sistema eléctrico que
comprobamos conmasivos cortes
de luz cada vez que el calor arrecia
y todos prenden sus equipos al
máximo.
¿Cuál es entonces la solución?
Bueno, como en todas las cosas, lo
mejor es pensar antes de hacer. Y
en lugar de buscar mecanismos
para agregar frío a la casa, conviene
mejor preguntarse si no es posible
evitar que el calor entre.
Sucede que ese “calor” que sentimos
día y noche no proviene siempre
de la atmósfera, sino que las
construcciones mismas lo retienen
y magnifican. En general la
temperatura baja durante la noche
hasta niveles de confort aceptables,
pero esa disminución no se
siente en el interior de los edificios
debido a su gran inercia térmica,
que es la capacidad de retener el
calor. Así, las paredes, techos y pisos
absorben el calor durante el
día, mientras les da el sol, y lo despiden
lentamente durante la noche,
funcionando igual que los
hornos de pizzería. De este modo,
mientras la temperatura ambiental
baja, en el interior de las viviendas
sigue haciendomucho calor ya que
las paredes y techos son como estufas
que funcionan toda la noche.
Un aire acondicionado colocado
en estas condiciones funcionará
continuamente y requerirá muchas
frigorías para modificar la
temperatura.
Por eso, si se quiere que una casa
Escribe Arq. Edgardo Curcio
sea fresca, es necesario evitar que
los materiales que la componen
lleguen a calentarse, lo que se logra
usando diversosmateriales aislantes
en techos y paredes o generando
sombras sobre distintos lugares
de la construcción. Si se favorece
además la circulación del
aire con ventanas cruzadas, chimeneas
u otras formas de movimiento
resultará que la temperatura
interior de la vivienda puede
llegar a niveles de confort muy razonables,
haciendo innecesarios
los equipos de aire acondicionado
o, en todo caso, requiriendo los
mas chicos que, naturalmente,
consumen mucha menos energía.
El diseño térmico de una vivienda
es imprescindible si se pretende
que sea confortable, y es fácil
realizarlo en obras nuevas, pero
también es posible hacerlo en viviendas
ya construidas. En muchos
casos basta con agregar estratégicamente
aleros o parasoles;
alguna enredadera; toldos; sobretechos
y hasta pérgolas. Son muchos
los recursos que pueden
usarse para acondicionar una vivienda,
y son más sencillos y económicos
de los que muchos piensan.
Por eso, antes que en potentes
equipos de aire acondicionado,
conviene invertir ese dinero en
mejorar las condiciones térmicas
de la casa, ya que a la larga resultará
mucho mas barato porque se
trata de una inversión acotada y sin
mantenimiento posterior, mientras
que pagar la factura de electricidad
es como comprar frío en
cuotas…..para toda la vida!! 
(*) El Arq. Edgardo Curcio responde
sus inquietudes al mail
arquicurcio@yahoo.com.ar..