Vecinos de la Villa 1-11-14, del barrio porteño de Bajo Flores ingresaron a la reunión de Educación de la Legislatura porteña para exigir el “urgente tratamiento” de dos proyectos de ley para crear un polo educativo y un jardín de infantes en el barrio donde denunciaron falta de vacantes en todos los niveles.
(CABA) Docentes y alumnos que concurren a escuelas del Bajo Flores porteño reclamaron hoy en la Legislatura por el avance de dos proyectos que contemplan la creación de nuevos establecimientos educativos en predios abandonados que pertenecen al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para saldar el déficit de vacantes escolares en la zona.
El pedido se dio en el marco de la reunión de la Comisión de Educación del Parlamento, que se reúne todos los martes por la tarde, pero en la cual estuvieron ausentes la totalidad de los diputados del PRO que integran en plenario, faltazo que fue cuestionado por el resto de los legisladores de la oposición porteña.
“Lamentablemente ningún diputado del PRO se hizo presente a partir de la cantidad de reclamos que se iban a tratar en la comisión”, evaluó el legislador del Frente para la Victoria Francisco “Tito” Nenna, quien participó de la reunión junto a Maximiliano Ferraro, Virginia González Gass, Laura García Tuñón y Delia Bisutti, además de de directivos, docentes, alumnos y representantes de gremios del sector.
En ese marco, los distintos referentes de las comunidades educativas de escuelas emplazadas en la Villa 1-11-14, del Bajo Flores, reclamaron por la construcción de escuelas infantiles y medias, ante la falta de establecimientos y vacantes escolares, sobre todo, en el nivel inicial.
Por un lado, pidieron por la creación de una escuela infantil en un predio situado en Chilavert y Agustín de Vedia cuyo dominio pertenece al gobierno porteño, donde, según manifestaron los presentes, funciona un estacionamiento para autos particulares de personal de la Policía Metropolitana.
La idea allí es levantar una nueva escuela de nivel inicial que reemplace a la que funciona en la actualidad frente al predio abandonado, a donde concurren los hijos de las alumnas madres que van a la EMEM 3 secundaria, también situada en la zona, y que registra un déficit de vacantes debido al poco espacio con que cuenta en edificio.
El director de la EMEN, Carlos Alcaraz, explicó que “a la escuela infantil 6 van 70 niños que son hijos de madres que son alumnas de nuestra escuela, pero también hay 190 inscriptos en lista de espera y sin la construcción de un nuevo establecimiento se va a imposibilitar el derecho a la educación secundaria porque no hay más jardines en la zona del Bajo Flores”.
Asimismo, el otro proyecto plantea la construcción de un Polo Educativo en Cruz y Varela que contempla la construcción de otro un jardín de infantes y de una escuela media.
Pamela Cruz, del Centro Cultural Mate Cocido, manifestó que en Bajo Flores “no se está respetando el derecho a la educación porque hay demasiada demanda escolar en el barrio y ello demuestra que para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires las villas no son su prioridad”.
“Nosotros venimos hoy a contarle a los legisladores los problemas que tenemos en el barrio como son la falta de lugares donde mandar a nuestros hijos para que se eduquen, hay pocos jardines, primarios y ningún segundario”, señaló a Télam antes de ingresar al recinto Henry Guanca, vecino de la 1-11-14.
Y añadió que “en nuestros barrios las madres tienen que salir a laburar y muchas pibas que van al secundario no tienen dónde dejar a sus hijos mientras van a clases entonces tienen que abandonar la escuela”.
Guanca aseguró que “no sólo tenemos problemas con la falta de escuelas, también tenemos otros temas urgentes como la basura porque el Gobierno de la Ciudad no mira a los barrios más pobres”.
“La situación en los barrios más humildes es muy difícil en cuanto a vacantes”, expresó por su parte Paula Nacir, docente del distrito 19 y militante de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), quien acompañó el reclamo.
Nacir sostuvo que “en el mejor de los casos el Gobierno de la Ciudad ofrece centros de primera infancia que dependen de Desarrollo Social, por supuesto que esto soluciona la situación de las familias que necesitan dejar a sus hijos para ir a trabajar”.
“Sin embargo -sostuvo- como docentes vemos la diferencia que hay entre que estén en una escuela o estén en otros espacios que dependen de Desarrollo Social. Lo que creemos es que esta situación incrementa las diferencias sociales y lo que tiene que garantizar la Ciudad es el acceso a la educación pública para todos”.