El libro más vendido del Mundo

Según la PrimeraEncuestasobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, desarrollada por el CONICET ( un ente oficial irreprochable en cuanto a su capacidad técnica y equilibrio en los elementos que produce) a través del equipo liderado por el sociólogo Fortunato Malimacci, del 91,1 % de la población del país  que dice creer en Dios, el 76 % se manifiesta cristiano católico  ( apostólico romano u ortodoxo) y un 9 % cristiano evangélico.

Ambas porciones de población, tienen en común a LA BIBLIA (Antiguo y Nuevo Testamento) como su libro sagrado y base inmodificable de su doctrina y fe en  DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO.

En este mes de septiembre, se cumplen 442 años de la primera traducción completa dela Bibliaal castellano, una obra  monumental  realizada por un solo hombre llamado Casiodoro de Reina, un ex monje integrante del Monasterio de San Isidoro del Campo, cerca de Sevilla, en 1557 y culminada en Basilea, Suiza en 1569, con una edición de solo 1100 ejemplares de los que aún se conservan algunos en distintas partes del mundo.

Para tener una idea de la magnitud de la proeza de Reina, baste decir que  cada vez que  la evolución del lenguaje ( es fácil deducir que el castellano del siglo 16 no es el que hablamos hoy ) hace necesaria una revisión y nueva edición, centenares de especialistas de muchísimos países trabajan en ella.

El hecho es que este libro, el mas vendido del mundo, muy  perseguido ( no es el caso dela Argentina, donde ha circulado con total libertad y donde la relación inter-religiosa es un ejemplo para todas las naciones del planeta )   presenta el desafío de vivir y manejar la conducta de acuerdo a sus dichos, toda vez que se define a sí misma como la “PALABRA DE DIOS, QUE TIENE PODER Y VIDA Y ES Y MAS CORTANTE QUE ESPADA DE DOS FILOS, Y PENETRA HASTA LOS MAS PROFUNDO DE NUESTRO SER. ALLÍ EXAMINA NUESTROS PENSAMIENTOS Y DESEOS Y DEJA EN CLARO SI SON BUENOS O MALOS”.

Y lo mejor es que  TODAS LAS COSAS, COMO SU AMOR INFINITO, MISERICORDIA, PAZ, COMPAÑÍA Y ALIENTO PERMANENTE, ESPERANZA,  Y ESPECIALMENTE,LA SALVACIÓN YVIDA ETERNA POR MEDIO DELA FEENJESUCRISTO, que DIOS quiso que supiéramos, SON ENLA BIBLIA TANABSOLUTAMENTE CLARAS, que hasta un infante de muy pocos años puede entender perfectamente.

Al llegar a este punto, supongo que alguno de los apreciados lectores puede pensar: A ud. le resulta fácil escribir así, porque al ser pastor es un religioso profesional y no puede decir otra cosa.

Con todo afecto y un profundo respeto, quiero decir que en realidad, por orden de antigüedad, primero fui  PROFESIONAL UNIVERSITARIO ( Contador Público dela UBA) desde 1975 y luego pastor desde 1988.

Al comenzar  en 1976 el ejercicio independiente de lo que por vocación había elegido, me vi confrontado con una realidad mas clara que el agua: Por un lado la decisión de mantener a  la Biblia, que era  mi única regla de fe y de práctica en la vida, y  que me exigía una conducta sin mentiras ni falsedades, como la base de mi desempeño de Contador    y por el otro, la escasísima predisposición de las empresas y/o personas que requerían mis servicios a cumplir con las normas legales, especialmente las impositivas, escondiendo utilidades, ventas, ingresos, etc. pagar en todos los ámbitos lo menos posible.

El  dilema era: 1.-Soy fiel a los desafíos dela Palabrade Dios y por como pinta el asunto paso necesidades  o 2.- Me dejo llevar por  la corriente y tengo todo lo que necesito para mantener el estudio, los empleados y por supuesto, la familia.

Me decidí por el punto 1, manifestando a los que quisieron que fuera su Contador cual

era la base sobre la que trabajaríamos. Muchos no aceptaron. Con los que lo hicieron pude vivir sin sobresaltos, porque Dios me hizo comprobar todos los días que lo que dice su Palabra es VERDAD Y EL NO MIENTE.

Por eso, mi muy apreciado lector, si con el poder dela Palabrade Dios yo pude, Ud. también  puede. Y si quiere saber como se hace y no tiene un ejemplar dela Biblia, escriba un e.mail o llame por teléfono que con mucho placer se lo obsequiaré.

DIOS LE BENDICE

Contador ( y pastor ) Carlos A. Caramutti