Flores es el barrio con más denuncias por talleres clandestinos

(Barrio de Flores) Tras el desalojo de los manteros de la zona de Once, se inició una campaña para atacar la cara más cruel de la venta ilegal: el trabajo esclavo. La iniciativa convoca a los vecinos a denunciar a los talleres clandestinos que alimentan los manteros, los puestos y las saladitas. El diputado nacional por la Ciudad Marcelo Sorgente (Cambiemos) es el impulsor. Hasta el momento recibió 150 denuncias y Flores acapara, por lejos, la mayoría de los casos.

Las acusaciones son anónimas y se reciben en la casilla denunciatallerclandestino@gmail.com. Según datos revelados por Sorgente, el 38% de los domicilios denunciados corresponden a nuestro barrio, 15% a Floresta, 11% Lugano, 10% Balvanera, con el 5% Centro y Caballito y el resto se dispersan en diferentes zonas.

El diputado les acercó la información al ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, y el titular de la Agencia Gubernamental de Control, Ricardo Pedace. “El compromiso de los vecinos nos impulsa a llegar hasta el final de este circuito mafioso donde el mantero es solo la cara visible”, aseguró.

Explican desde Cambiemos que el circuito comienza con trabajo esclavo y trata de personas en talleres clandestinos -en especial de inmigrantes carentes de documentación que les impide ingresar en la formalidad laboral-, robo, contrabando, piratería de mercadería y hasta narcotráfico. “Muchos se están volviendo millonarios falsificando mercadería y contratan trabajadores solo por un plato de comida“, dijo Sorgente y agregó: “Detrás de cada manta se estima que participan al menos 20 personas del negocio ilegal, con diferente grado de conocimiento del delito que se comete”.

“Las mujeres llegan engañadas a la Argentina y las atan a una máquina de coser para producir mercadería, no pueden salir, las explotan sexualmente y apenas las dejan comer una vez al día y los nenes duermen en cajas de frutas”, indicó Sorgente y recordó a los dos hermanos de 7 y 10 años, Rolando y Rodrigo Mur, que el año pasado murieron cuando se incendió un taller clandestino en Páez y Terrada. NR