Los comerciantes dicen que aumentaron tras el desalojo en Once.
Los comerciantes de la tradicional avenida Avellaneda, en el barrio de Flores, se quejan de la venta ilegal de los manteros, aseguran que en los últimos meses la actividad ilegal se ha acrecentado y que la zona se convirtió en “tierra de nadie” con conflictos que trascienden lo comercial.
La situación, aseguran, es de “caos”. A las veredas repletas de artículos ilegales, se suman situaciones de inseguridad con pungas y mecheras, peleas entre manteros por el espacio, trapitos que cobran entre $ 5.000 y $ 6.000 para poder estacionar en algún rincón, problemas de tránsito, quejas de los vecinos para circular por calles atestadas de gente y venta de comida sin ningún control sanitario.
Desde la Asociación de Comerciantes de la Avenida Avellaneda (ACOMA) emitieron un comunicado para cuestionar “la desidia” del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, debido a la falta de controles en la zona y por la “incontrolable expansión de la ilegalidad” que afecta gravemente a los comerciantes.
“Actualmente, más de 4.000 puestos ilegales operan con total impunidad en el Polo Textil, cometiendo delitos federales como la venta de marcas falsificadas, ocupando el espacio público de manera arbitraria y fomentando una competencia desleal que destruye al comercio formal. Esta situación no solo representa una burla hacia quienes cumplen con todas sus obligaciones legales, sino que genera un impacto económico devastador”, expresaron.
La presencia de manteros en Flores, sobre Avellaneda y sus calles aledañas, ofrece una amplia variedad de mercadería, en su gran mayoría ropa de todo tipo copia de marcas conocidas, y que para los comerciantes se traduce en un “impacto económico devastador”.
Los manteros, en muchos casos, son personas que recurren a la venta callejera para hacerse de un ingreso, sobre todo en épocas de crisis como la actual. Pero detrás, además, existen organizaciones que son las que les proveen la mercadería.
Los comerciantes responsabilizan al Gobierno porteño por esta situación, que -señalan- se ha agravado en los últimos meses luego de los operativos realizados en los barrios de Retiro y Once, donde se allanaron galpones e incautaron mercadería ilegal.
“En Once se terminó la joda. Le acabamos de dar un golpe durísimo a la mafia que inundaba de suciedad y trabajo esclavo las calles de Once. Recuperar la libertad también es esto: hacer cumplir la ley. ¡Felicitaciones a los 600 Policías de la Ciudad que pusieron el pecho!”, aseguraba en octubre el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
“La consecuencia directa es que todos se vinieron para Flores y nos están perjudicando aún más”, expresa Lali Joudrier a Clarín, representante de la asociación y también comerciante de la zona.
Los miembros de ACOMA han mantenido reuniones con el ahora exsecretario de Seguridad porteño, Diego Kravetz, en búsqueda de una solución a sus reclamos.
“Las pérdidas económicas para los comerciantes formales alcanzan cifras alarmantes: $ 9.600.000.000 de pesos mensuales. Esta devastación económica no solo destruye empleos y apaga inversiones, sino que erosiona la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en la capacidad del gobierno de garantizar justicia, orden y legalidad”, expresaron desde la asociación de comerciantes.
Finalmente, le piden al Ejecutivo porteño que tome “acciones inmediatas y contundentes” para “restablecer la legalidad y garantizar el derecho a trabajar en condiciones justas”.
Según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), durante agosto, último mes relevado, se detectaron 1.190 puestos de venta ilegal callejera en la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo al último informe elaborado por el Observatorio de Comercio y Servicios de la Entidad. “Esto representó un aumento del 2,4% en relación a la medición previa (julio 2024) mientras que, en la comparación interanual, la suba fue de 16,9%. En julio, el aumento intermensual había sido del 10%”, dice el informe.
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La respuesta del Gobierno de la Ciudad
“El ordenamiento del espacio público es constante desde el comienzo de esta gestión”, expresaron a Clarín ante la consulta por los reclamos de los comerciantes de Flores.
Desde el Gobierno porteño destacaron que durante este año se hicieron operativos para desalojar manteros en Plaza Constitución, Parque Centenario, Parque de los Patricios y “el más importante” en Once.
Además, remarcaron los operativos de desalojo de “ranchadas” en Plaza de Mayo, Plaza Lavalle y Plaza del Congreso, junto con el de la feria de la calle Perette en Retiro, donde -incluso- se vendían cosas robadas.
“Estamos trabajando desde espacio Público y Seguridad hace un tiempo, y se espera una definición y autorización de la Justicia para avanzar con nuevos operativos”, expresaron desde la Ciudad.