Tras más de diez años de haber comprado los terrenos, el Grupo IRSA decidió avanzar en el proyecto de Shopping lindero al club de Ferro, sobre Avellaneda. Serán varios pisos con cientos de locales, unas 20 salas de cine, patio de comidas y un estacionamiento de 50.000 metros cuadrados, con todas las novedades en tecnología. Te explicamos qué beneficios traerá para Flores.
Por empezar, nuestro barrio anexaría una mega oferta comercial sin sumar densidad poblacional, descomprimiría los altos valores que se abonan hoy por pertenecer a los locales que viven de la Avenida Rivadavia -que ya no es poblada por comerciantes barriales- y aumentaría, a la vez, el valor de su propiedad, señor vecino. Calles como Donato Álvarez, Avellaneda, Boyacá, Aranguren y sus adyacencias subirán notablemente el valor de venta.
El otro punto importante es la oferta en esparcimiento. No olvidemos que hoy en Flores hay un solo pobre cine, que hace más de medio año perdió sus mármoles de frente y aún no repuso; que tiene salas descuidadas y baños a los que es mejor ni acercarse.
En la actualidad, para comprar unos zapatos o ropa usted tenía que ir hasta Rivadavia, dar vueltas y vueltas para poder estacionar y caminar esquivando linyeras, manteros, sorteando excrementos animales y, con suerte, evitar pisar una baldosa floja y darse contra el suelo. Poca gente se ve seducida por las condiciones de una oferta así.
¿Para cuándo estará listo?
Fuentes de la empresa consultadas por Flores de Papel informaron que en 2015: “Tuvimos mucho tiempo para armar el proyecto y los tiempos de construcción serán muy avanzados. Ofreceremos una alternativa completa, tentadora, cómoda con la idiosincrasia de los dos barrios”, nos adelantaron.
El “Bonus Track” sería el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Y tal como hizo Telerman con el puente de Yerbal, IRSA estaría haciendo lobby con Macri y hasta con Cristina, para apoyar esta obra.
De ser así, el proyecto viajaría viento en popa. Los inversores planean trabajar con un público directo que llegaría al medio millón de personas. Esto lo lograrían con sólo expandirse en forma de círculo por cuarenta cuadras a la redonda. Las vías de acceso son excelentes: subte, varias líneas de colectivos y un tren cercano del oeste.
Para lograr empezar a hacer funcionar un Shopping en Caballito, a pasos del límite con Flores, el magnate Soros y su Grupo IRSA tendrán que pasar la presión de unos 500 vecinos que se oponen al proyecto (Entre Flores y Caballito somos 350.000) y que se apruebe en la Legislatura un “pedido de normas urbanísticas especiales”, algo que no pareciera ser tan difícil de lograr: contarían con los votos del PRO, vencedor de la última elección, y una serie de legisladores que se despiden de su banca.
¿Llegó el momento del Shopping para que use Flores? Todo está dado para que sí, vecinos.
Algunos se quejan, otros felicitan
Unos quinientos vecinos y comerciantes del barrio porteño de Caballito rechazaron la idea del jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, de reflotar el proyecto de un Shopping en terrenos linderos al club Ferrocarril Oeste, y pidieron que sean destinados a un espacio verde para recreación. Tres años atrás, el Ejecutivo ya había enviado la misma propuesta, pero fue frenada ante el reclamo de los habitantes del barrio. El 5 de agosto pasado, la iniciativa fue enviada nuevamente a la Legislatura, y a la semana contó con un “pronto despacho”, lo que generó que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pegara afiches por toda la Ciudad bajo el título: “¿Vuelven las coimas?”
El gobierno porteño propone la rezonificación del predio (en Avellaneda al 1500) bajo Normas Urbanísticas Especiales, de acuerdo a los términos de la Sección 9 del Código de Planeamiento Urbano. Esta norma contempla situaciones excepcionales de este tipo sólo ante una propuesta “de los vecinos, entidades intermedias, profesionales y académicas”, pero en este caso quien lo solicita es un privado: el Grupo IRSA, propietario del terreno desde hace 12 años.
Para aprobarlo, el macrismo necesita 40 votos, es decir, el apoyo de otras bancas. Las miradas de vecinos y comerciantes recaen sobre los legisladores que finalizan sus mandatos en unos meses.
Mario Oybin, de SOS Caballito, aseguró: “Conocemos la experiencia de Dot Baires, en Saavedra, donde se les terminó la vida. Va a ser lo mismo. Queremos que este lugar sea el Parque del Bicentenario, y que a IRSA se le dé terrenos en zona sur, donde sí tendrá sentido algo así. Acá va a destruir la calidad de vida del barrio, y no lo vamos a permitir.
Otros dicen que los terrenos así como están son un foco de inseguridad y suciedad. Se quejan de los robos frecuentes a menores. A otros no les gusta que se deban cruzar las vías para encontrar un Caballito vivo comercial. Finalmente, varios vecinos hablaron de falta de iluminación y abandono, como Néstor o Hugo, de Bogotá y Morelos, respectivamente.
Por el lado florense, la totalidad de los consultados esbozaron una sonrisa. “Podremos ir al Shopping hasta los días de mucho frío, calor o lluvia.”