Se volvió a quemar el taller clandestino y sospechan que fue intencional

Este jueves al mediodía se volvió a prender fuego el taller de la calle Páez al 2700. Intervinieron bomberos y policía. Vecinos y organizaciones denuncian que fue para borrar evidencias.

(Barrio de Flores) El mismo taller de Flores donde murieron dos nenes de 7 y 10 años se volvió a incendiar ayer. Tuvieron que actuar bomberos y policía federal.

El lugar –una casa antigua en Páez y Terrada– tenía una precaria faja de clausura y custodia policial desde el 27 de abril. Peor aún, según denunció el líder de La Alameda, Gustavo Vera, el lugar no tenía gas ni luz.

Por todo esto vecinos y organizaciones del barrio desconfían de este siniestro y sospechan que fue intencional. El objetivo estaba en ocultar pruebas para entorpecer la investigación sobre este taller clandestino.

Con el fuego quedaron destruidas las máquinas, maniquíes, bobinas de hilo y la moldería que, entre otras cosas, daban cuenta del funcionamiento del taller textil.

Vera dijo que fue “un hecho mafioso. Básicamente quemaron todo para hacer desaparecer las evidencias que comprometan a los dadores de trabajo”.

Este taller clandestino de la calle Páez había sido denunciado, junto a otros 40 en condiciones similares, ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), un organismo que depende del Ministerio Público Fiscal de la Nación. Sin embargo, desde septiembre de 2014, sólo fueron inspeccionados 17 de los 40 sitios denunciados.