Siempre Listos

Con motivo de comienzo de un nuevo año de actividades en nuestra parroquia y campito, queremos hacerle llegar nuestros deseos de formar parte de su diario barrial, a modo de dar a conocer nuestras actividades y propuesta para la juventud del barrio de Flores.
Pertenecen a la Parroquia Santa Francisca Javier Cabrini ubicada en Francisco Bilbao 2241, de ahí su nombre distintivo: Comunidad Guía N°38 Santa Francisca Javier Cabrini (muchachas) y Grupo Scout N°385 Santa Francisca Javier Cabrini (muchachos).
Son un movimiento juvenil que data desde, hace ya más de 100 años a nivel mundial, 60 a nivel nacional  y  30 en el barrio de Flores.  “Nuestra formación se basa en el aprender jugando, enseñando informalmente a niños y niñas desde 6 años en adelante. Se nos enseña a valernos por nosotros mismos, valorando nuestras capacidades y  habilidades, inculcando valores esenciales para la creación de una propia y única identidad. Desde pequeños se nos enseña a realizar la buena acción, en base a nuestras posibilidades y a nuestra edad”.
A los más chicos se les explica que debemos realizarla por más pequeña que sea y a quien sea. Luego cuando crecemos un poco más, “somos nosotros los que organizamos servicios y todo tipo de cosas que nos permitan ayudar al prójimo”. Por ejemplo, en el verano de 2011, las chicas más grandes (entre 15 y 18 años, junto con sus dirigentes de entre 24 y 34 años) organizaron un servicio en una escuela rural alejada de toda ayuda posible en Trancas (Tucumán), llevando donaciones (a pulmón y con mucho esfuerzo), limpiando, pintando, arreglando, organizando juegos para esos chicos y sus familias que tanto lo necesitaban. Pero todo eso fue posible por un trabajo muy cansador (y a la vez gratificante) de todo un año. “Al no tener ayuda económica de ninguna entidad, tuvimos que trabajar para juntar la plata que fue necesaria para realizar este servicio y todo sin esperar ningún tipo de recompensa ni alabanza a cambio. Se escucha repetitivamente que la juventud está perdida, que está en cualquiera y que ya no hay otra cosa que hacerle. No nos gusta generalizar, no somos mediocres y nos alienta la esperanza de que de nosotros depende un mundo mejor. La gente que generaliza de esa manera no nos conoce, si supiera que 40 millones de jóvenes de entre 6 y 30 años luchan diariamente por un mundo mejor sin esperar nada a cambio, creemos, cambiarían de opinión”.