La socióloga e historiadora Leticia Maronese explicó a Noticias Urbanas que “no existe documento que pruebe que la poetiza haya vivido sobre la calle Terrada”. “Lo que aparece en los medios desde hace años está fomentado por un hombre que quiere quedarse a vivir allí y adecuarlo como centro cultural”, precisó.
Hace algunos días Noticias Urbanas publicó la noticia de que habían demolido la última casa en la Ciudad en que la vivió la poetiza Alfonsina Storni. Luego fue el turno de que la flamante legisladora Susana Rinaldi elevara un pedido de informes para saber quién había dado la orden de ejecutar la medida. Por fuera del debate legislativo, y teniendo en consideración los datos históricos y lo ocurrido por aquel entonces en la vida de la escritora, la socióloga e historiadora Leticia Maronese puso en duda que Storni hubiera vivido en el inmueble ubicado en la calle Terrada.
En primer lugar, y en diálogo con Noticias Urbanas, aseguró que “no existe documento con esa información” y que en los consultados “no aparece la dirección mencionada. Pese a ello, afirmó que “no quiere decir que Alfonsina no hubiera pasado por allí”. En sintonía, la historiadora indicó que “si estuvo allí fue muy tempranamente y durante muy poco tiempo y careció de importancia al lado de otros domicilios que sí están probados”. En este grupo, precisamente, aparece el de la calle José Bonifacio, el de Avenida Belgrano y el de la calle Cuba (de un total de cinco y no de tres como se informó).
En relación con este punto, la historiadora informó que cuando Storni empezó a tener un sueldo y ser conocida “siempre vivió en el centro, donde ella le gustaba, porque quería estar cerca del Café Tortoni o del Castelar que era donde se reunía con los artistas, sobre todo con los escritores”. Maronese recordó además que “en esa época era común que los poetas no tuvieran dinero y alquilaran con otras personas una casa con habitaciones que ellos mismos compartían”.
Respecto a la información que aparece en los medios barriales y otros desde hace 10 años, tendría origen en un hombre de apellido De Marco de Flores, quien hace tiempo comenzó una campaña para que le dieran la Casa Marcó del Pont, y no lo consiguió. Luego habría encabezado una movida por la casa del cantor y cineasta Hugo del Carril hasta llegar a la que habría sido de Storni y que al día de hoy reclama para sí y pretende transformar en un centro cultural.
Sobre la situación del expediente en la Legislatura, Maronese, que fue funcionaria de la Comisión para la preservación del Patrimonio Histórico Cultural del GCBA, y en la comisión de Cultura del Parlamento, explicó que al ser una construcción anterior a 1941, demolerla “es un delito”.