Buenos Aires, 28/03/2024, edición Nº 4954
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El Palacio Miraflores, un lujoso gigante que el mercado inmobiliario destruyó

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(Barrio de Flores) Esta impresionante quinta fue construida hacia 1886 para el matrimonio de Manuel Ortiz Basualdo e Ángela Dorrego Indart. Se supone que su arquitecto habría sido Charles Ryder, el mismo autor de la actual Secretaría de Cultura de la Nación y del vecino Palacio Maguire, en Avenida Alvear.

En aquella época, San José de Flores acababa de ser anexado como parte de la nueva Capital Federal, pero arrastraba décadas de vida como un pueblo independiente, que incluso era cabecera de un partido que tenía su mismo nombre. Durante aquellos años, fue elegido por las familias de la aristocracia porteña para establecer sus quintas, a la par de Recoleta y de Belgrano. En 1857, el primer ferrocarril argentino, el Del Oeste, tuvo su estación en Flores, y esto había propulsado la “moda” del pueblo, que vivió otro “boom” con la fiebre amarilla de 1871.

La familia Ortiz Basualdo continuó viviendo durante varias generaciones en este suntuoso palacio, que ocupaba una manzana completa entre las calles Rivadavia, Boyacá, Fray Luis Beltrán y Yerbal. Mientras tanto, otras quintas de similar lujo y tamaño se construyeron en los alrededores. En 1920 la mansión se transformó en sede del Club de Flores.

Palacio Miraflores3

Lamentablemente o no, los tiempos corrieron, la moda cambió, y las sucesivas crisis económicas y cambios de modelo que se fueron dando entre la Primera Guerra Mundial (1914/18) y la Gran depresión de 1929, mermaron la fortuna millonaria de las ex-grandes familias agropecuarias argentinas, que quedaron en quiebra en muchos casos, y debieron vender o entregar al Estado sus derrochadoras propiedades. Muchos de estos edificios son hoy sedes de instituciones públicas, pero otros cayeron en manos inmobiliarias, y desaparecieron en pos de la especulación y la ganancia. El palacio Miraflores entró en este grupo.

Ángel Prignano recuerda en su libro sobre Flores, que la demolición definitiva del edificio Miraflores comenzó el 6 de junio de 1941, aunque muchas fuentes de internet (quizás menos confiables) difunden que la demolición habría sido en 1946. Nosotros dudamos que hayan tardado 5 años en concluir el derrumbe, pero es un dato menor. Lo cierto es que poco después, lo que quedaba del palacio había sido suplantado por una bellísima galería comercial con departamentos a granel, una verdadera pajarera de varios bloques.

La verdad que cuesta imaginarse al Palacio Miraflores encajando en un entorno tan degradado y venido a menos como es hoy el centro de Flores, pero quizás su presencia habría servido al barrio para ganar un museo sobre la historia de este pueblo, ser sede de la Junta Histórica del lugar, y tantas funciones culturales que ni el Estado ni los vecinos quisieron o pudieron encarar, y es por eso que se metió en el medio la mano de las inmobiliarias y ganó el poder del dinero.

ex Palacio Miraflores

Fuente: blog “La tragedia del patrimonio”

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