A partir de ahora, se introduce un nuevo concepto en materia vial: los “conductores temerarios”; y el objetivo de las autoridades es reducir su circulación para evitar siniestros. Por eso, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) junto con el Gobierno porteño firmaron un convenio para intercambiar información sobre personas cuya licencia esté radicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que acumulen 10 o más infracciones de tránsito consideradas graves. A estos infractores se los podrá citar para regularizar su situación e incluso suspenderles la licencia.
“Este convenio tiene como finalidad anticipar y detectar a los conductores temerarios y no esperar a que cometan un hecho vial que pueda tener consecuencias irreversibles”, explicó Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la ANSV, en un comunicado de prensa. El trabajo se realizará en conjunto entre la ya mencionada Agencia Nacional y la Dirección General de Administración de Infracciones de la Ciudad (DGAI). Ahora bien, con esta nueva disposición ya efectiva, hay que tener en cuenta una serie de variables para evitar caer en esta calificación.
Los conductores temerarios son aquellos que hayan cometido 10 o más infracciones graves, las cuales están dispuestas en el artículo 77 de la Ley Nacional de Tránsito y se destacan:
Por otro lado, también se encuentran en el listado conducir vehículos sin el comprobante de la VTV, la falta de pago de un peaje, conducción a contramano, realizar maniobras de adelantamiento peligrosas, conducir motocicletas sin que alguno de sus ocupantes use correctamente el casco y no respetar la señalización de los semáforos, entre otras.
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Si se alcanza el número de infracciones estipulado, la Agencia Nacional de Seguridad Vial puede citar al infractor para que regularice su situación. En caso de no lograrlo y acorde a lo dispuesto por la disposición 384/2020, la entidad también puede solicitar la suspensión provisoria de la licencia de “aquellos conductores que presenten algún tipo de alteración de su aptitud para conducir y que registren un grave peligro para la seguridad vial o perjudicando notoriamente el interés público comprometido”.
Ahora bien, la sanción dependerá del carácter de las infracciones cometidas y se resolverá luego de que el infractor se ponga en contacto con la Dirección General de Administración de Infracciones (DGAI). Acorde a lo que explicaron desde el Gobierno porteño, la pena puede variar entre una multa, realizar un curso o hacer una probation.
Lo primero que hay que hacer es revisar las infracciones computadas en CABA. Para ello se tiene que acceder a la web oficial, ingresar el número de patente o DNI y esperar a que el servidor arroje el listado. Con esa información en mano, si efectivamente se alcanzaron 10 faltas graves, hay que entrar en contacto con la DGAI ya sea a través del número telefónico (5030-9860; interno: 1137), por mail (consultasdgai@buenosaires.gob.ar) o presentándose en las oficinas ubicadas en Av. Regimiento de Patricios 65.
Allí, un controlador evalúa la situación de cada infractor y procede con la regularización de cada conductor. Ahora bien, puede ocurrir que tras esa primera reunión, el problema persista y las faltas continúen vigentes. En esos casos, y conforme a la disposición 384/2020, la ANSV puede solicitar la suspensión provisoria de la licencia y una reevaluación “con un examen psicofísico que evalúe su aptitud para conducir”. En lo que respecta a las suspensiones, nuevamente dependerán de las faltas cometidas y la situación de cada infractor.