(Barrio de Flores) A partir de agosto los vecinos podrán sacar la basura también los sábados, y hacia fin de año el total de la Ciudad tendrá contenedores. El Gobierno porteño firmó los contratos con las empresas que se harán cargo del nuevo sistema de recolección de residuos, una concesión que está vencida desde hace años. Paralelamente, avanza en la colocación de contenedores verdes para los reciclables, que también en diciembre estarán en toda la Capital, para avanzar en la separación de residuos en origen.
Se trata del contrato más caro para el Estado porteño, porque costará más de $ 3.100 millones por cada uno de los diez años del vínculo. La Ciudad se dividirá en siete zonas, de las cuales seis estarán concesionadas, y la Zona 5 (Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati) seguirán en manos del Ente de Higiene Urbana, que cuenta con 700 operarios. A diferencia del sistema actual, las futuras zonas r espetarán los límites de las Comunas. Entre los ganadores de las concesiones están grandes empresas como Roggio y Pescarmona y otras firmas especializadas en el negocio de la recolección, como Martin & Martin y Ashira. Los 5.000 empleados que hoy trabajan en las diferentes prestadoras del servicio mantendrán sus puestos, aunque algunos deberán cambiar de empresa.
“En los próximos 120 días ajustaremos los planes operativos, con la idea de arrancar a fines de julio o principios de agosto, y completar todo el servicio para octubre. Vamos a comenzar en todas las zonas a la vez”, aseguró el ministro de Ambiente y Espacio Público, Edgardo Cenzón.
La principal novedad es que en el nuevo sistema también se recogerán los residuos los sábados. El horario para sacar las bolsas seguirá siendo de 20 a 21, y si bien los contenedores se podrían usar en cualquier momento, en el Gobierno porteño insisten con que se respete la hora estipulada, por dos motivos: para que no se acumule basura durante el día y haya mal olor, y para que los recipientes estén vacíos el resto del día y puedan ser limpiados con los nuevos camiones cisternas que se comprarán para esta tarea.
Otro cambio importante será el formato de los contenedores. Los que se usan ahora actuales tienen una capacidad de 1.100 litros, y en muchos casos son vandalizados o robados. Pero los nuevos cargarán hasta 3.200 litros, y como serán de metal y más pesados, no podrán ser movidos con facilidad. Colocarán 23.500 recipientes, uno por cuadra, con lo cual se debería evitar que se acumulen bolsas sueltas en las veredas.
La futura concesión también traerá otras novedades. Por un lado, todo el Microcentro tendrá contenedores soterrados: hoy ya hay 12 a prueba. Además, habrá dos servicios diarios de recolección de los residuos en todas las villas porteñas.
También habrá cambios en la limpieza de las veredas. Se pondrán a funcionar barredoras mecánicas, y usarán hidrolavadoras para las avenidas. Además, algunas zonas de alto tránsito, como Santa Fe y Callao o Cabildo y Juramento, tendrán hasta tres turnos diarios de barrido durante seis días y un servicio extra los domingos. Por otra parte, colocarán 52.000 cestos papeleros.
El nuevo contrato implica una fuerte inversión inicial, de más de $ 1.500 millones, a cargo de las empresas. Es que además de comprar los contenedores deberán adquirir 176 camiones de carga lateral, 42 camiones cisternas para limpiarlos y otros elementos.
La puesta en marcha de este sistema le permitirá a la Ciudad corregir una situación irregular que arrastra desde 2009, cuando se vencieron los contratos de las actuales prestadoras, que siguieron trabajando con prórrogas especiales. Desde entonces el Gobierno porteño venía intentando licitar el nuevo servicio, pero se encontró con muchas demoras y numerosos cambios en los pliegos. Finalmente, en mayo pudo abrir la licitación y concretarla en noviembre, aunque los contratos los firmó hace pocos días.
Fuente: Clarín